sábado, 18 de septiembre de 2010

PROBLEMAS NUTRICIONALES

La Anorexia

¿Qué es la anorexia nerviosa?
La anorexia nerviosa (AN), es un trastorno alimentario caracterizado por un bajo peso corporal (menos del 85 por ciento del peso normal para la altura y la edad), una imagen distorsionada del cuerpo y un intenso miedo a engordar. La anorexia nerviosa algunas veces se denomina solamente anorexia.

¿Cuáles son las causas de la anorexia nerviosa?
No se conoce la causa de la anorexia nerviosa. La anorexia normalmente comienza como un comportamiento de dieta inocente, pero gradualmente progresa a una pérdida de peso extrema y dañina. Las actitudes sociales hacia la apariencia del cuerpo, las influencias familiares, la genética, los factores neuroquímicos y del desarrollo se consideran posibles contribuyentes a la causa de la anorexia. Los adolescentes que desarrollan anorexia tienen más probabilidades de proceder de familias que tienen antecedentes de problemas de peso, enfermedad física y otros problemas de salud mental, como depresión o drogadicción. Además, a menudo los adolescentes que tienen la enfermedad proceden de familias que encuentran difícil resolver problemas de forma apropiada, son demasiado estrictas, excesivamente críticas, entrometidas y protectoras. Los adolescentes pueden también ser dependientes, inmaduros en su desarrollo emocional y es probable que se aíslen con frecuencia de los demás. Otros problemas de salud mental, como los trastornos de ansiedad o trastornos afectivos, se encuentran comúnmente en los adolescentes que tienen anorexia.


¿A quiénes afecta la anorexia nerviosa?
La incidencia de la anorexia nerviosa ha aumentado a lo largo de los últimos 20 años. Se calcula que se presenta en edades de 14 y 18 años de edad. Del cinco al 10 por ciento de los adolescentes a los que se les diagnostica la anorexia son varones. Inicialmente se encontró mayoritariamente en las familias de clase media y alta, pero ahora la anorexia se encuentra en todos los grupos socioeconómicos y en una variedad de grupos étnicos y raciales.


¿Cuáles son los diferentes tipos de anorexia?
Existen dos subgrupos de comportamientos anoréxicos cuyo objetivo es reducir la ingestión calórico:

Tipo restrictivo - limita severamente la ingestión de alimentos, especialmente de alimentos que contienen carbohidratos y grasa.


Bulimia (también denominada tipo comer en exceso/purgante) - come en exceso y luego se induce el vómito y, o toma grandes cantidades de laxantes u otros purgantes (medicamentos que, a través de sus efectos químicos, sirven para aumentar la eliminación del contenido intestinal).


¿Cuáles son los síntomas de la anorexia nerviosa?
A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la anorexia. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente.


Los síntomas pueden incluir:

Bajo peso corporal (inferior al 85 por ciento del peso normal para su altura y edad).
Miedo intenso de volverse obeso, incluso cuando el individuo está perdiendo peso.
Opinión distorsionada del peso, tamaño o forma de su propio cuerpo; se ve demasiado gordo, incluso cuando su peso está por debajo de lo normal; dice sentirse gordo, incluso cuando está muy delgado.
Se niega a mantener un peso corporal mínimo normal.
En las mujeres, ausencia de tres ciclos menstruales sin otra causa.

Excesiva actividad física.
Rechaza las sensaciones de hambre.
Preocupación con la preparación de los alimentos.
Costumbres alimenticias extrañas.
Los siguientes son los síntomas físicos más comunes asociados con la anorexia, los cuales a menudo son el resultado del hambre y la desnutrición. Sin embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Piel seca que cuando se pellizca y se suelta no recupera su forma normal.
Deshidratación.
Dolor abdominal.
Estreñimiento.
Letargo.
Fatiga.
Intolerancia al frío.
Demacración.
Desarrollo de lanugo (vello corporal blanco y fino).
Piel amarillenta.
Las personas que tienen anorexia pueden también ser socialmente introvertidas, irritables, de carácter variable y, o deprimidas. Los síntomas de la anorexia nerviosa pueden parecerse a los de otros problemas médicos o condiciones psiquiátricas. Siempre consulte al médico de su hijo para el diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la anorexia?
Los padres, maestros, entrenadores o instructores pueden ser capaces de identificar al niño o al adolescente que tiene anorexia, aunque muchas personas que tienen la enfermedad inicialmente mantienen su enfermedad muy privada y escondida. Sin embargo, un psiquiatra o un profesional de la salud mental capacitado normalmente diagnostica la anorexia en niños y adolescentes. Una historia detallada del comportamiento del niño de parte de los padres y maestros, observaciones clínicas del comportamiento del niño y, algunas veces, un examen psicológico contribuyen a realizar el diagnóstico. Los padres que observen síntomas de anorexia en su niño o adolescente pueden ayudar buscando una evaluación y tratamiento temprano. El tratamiento temprano a menudo puede prevenir problemas futuros.

La anorexia, y la desnutrición resultante, puede afectar de forma adversa a casi todos los sistemas de órganos del cuerpo, aumentando la importancia del diagnóstico y tratamiento temprano. La anorexia puede ser mortal. Consulte al médico del niño para obtener más información.

Tratamiento de la anorexia nerviosa:
El tratamiento específico de la anorexia nerviosa será determinado por el médico de su hijo basándose en lo siguiente:

La edad de su hijo, su estado general de salud y su historia médica.

La extensión de los síntomas de su hijo.

La tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.

Las expectativas para la trayectoria de la condición.

Su opinión o preferencia.

La anorexia normalmente se trata con una combinación de terapia individual, terapia familiar, modificación del comportamiento y rehabilitación nutricional. El tratamiento debe estar siempre basado en una evaluación exhaustiva del adolescente y de la familia. La terapia individual normalmente incluye técnicas cognoscitivas y del comportamiento. Los medicamentos (normalmente antidepresivos) pueden ayudar si el adolescente que tiene anorexia está también deprimido. La existencia frecuente de complicaciones médicas y la posibilidad de muerte durante el transcurso del tratamiento agudo y de rehabilitación requieren que el médico de su hijo y un nutricionista sean participantes activos del equipo de tratamiento. Los padres juegan un papel de apoyo vital en cualquier proceso de tratamiento.


Posibles complicaciones de la anorexia nerviosa:
Las complicaciones médicas que pueden resultar de la anorexia incluyen, pero no están limitadas a, las siguientes:

Cardiovasculares (corazón)
Aunque es difícil predecir qué pacientes anoréxicos podrían tener consecuencias cardíacas que ponen en peligro su vida a causa de su enfermedad, hasta el 95 por ciento de los pacientes anoréxicos hospitalizados tienen el pulso bajo. El daño del miocardio (músculo del corazón) que puede producirse como resultado de cambios en el latido cardiaco, o vómitos repetidos, puede poner en peligro la vida. Las complicaciones cardiacas comunes que pueden presentarse incluyen las siguientes:

Arritmias (un latido cardiaco rápido, lento o irregular).
Bradicardia (latido cardiaco lento).
Hipotensión (presión sanguínea baja).

Hematológicas (sangre)
Se calcula que una tercera parte de los pacientes anoréxicos tienen anemia (un recuento bajo de glóbulos rojos). La leucopenia (un recuento bajo de los glóbulos blancos) se produce hasta en el 50 por ciento de los pacientes anoréxicos.

Gastrointestinales (estómago e intestinos)
A menudo disminuye el movimiento normal del tracto intestinal a causa de una dieta muy restringida y una pérdida de peso severa. El aumentar de peso y algunos medicamentos ayudan a restaurar el movimiento normal del intestino.

Renales (riñón)
La deshidratación a menudo asociada con la anorexia produce una orina altamente concentrada. También puede desarrollarse poliuria (aumento de la producción de orina) en los pacientes anoréxicos cuando la capacidad de los riñones de concentrar orina disminuye. Los cambios renales normalmente vuelven a la normalidad al restaurarse el peso normal.
Endocrinas (hormonas)
La amenorrea (suspensión del ciclo menstrual) es uno de los síntomas distintivos de la anorexia, cuando falta un período menstrual durante tres meses o más sin ninguna otra causa subyacente. La amenorrea a menudo precede a la pérdida severa de peso y continúa después de haberse restaurado el peso normal. Algunas veces se encuentran niveles reducidos de las hormonas del crecimiento en los pacientes anoréxicos, y esto puede explicar el retraso del crecimiento que algunas veces se observa en los pacientes anoréxicos. La nutrición normal usualmente restaura el crecimiento normal.

Esqueléticas (huesos)
Las personas que tienen anorexia corren mayor riesgo de sufrir fracturas esqueléticas (roturas de huesos). Cuando el inicio de los síntomas de anorexia se presenta antes de que se haya logrado la formación ósea máxima (normalmente desde la mitad hasta el final de la adolescencia), existe un mayor riesgo de osteopenia (disminución del tejido óseo) u osteoporosis (pérdida ósea). A menudo se encuentra una baja densidad ósea en las mujeres que tienen anorexia, y es común la ingestión y absorción baja del calcio.

Prevención de la anorexia nerviosa:
Hasta la fecha no se conocen medidas preventivas para reducir la incidencia de la anorexia. Sin embargo, la detección e intervención tempranas pueden reducir la gravedad de los síntomas, estimular el crecimiento y el desarrollo normal del niño, y mejorar la calidad de vida de los niños o adolescentes que tienen anorexia nerviosa. Alentar los hábitos alimenticios sanos y las actitudes razonables en cuanto al peso y la dieta puede también ser de gran ayuda.

En España, según Ginés Salido Insman, presidente de la Asociación en Defensa de la Anorexia Nerviosa (ADANER), nan bastado diez años para que las cifras sobre incidencia de anorexia y bulimia se equiparen a las del resto de los países europeos, convirtiéndose así en la tercera enfermedad (la primera es el asma, y la segunda la obesidad) más frecuente entre los adolescentes.

Ahora, aproximadamente, una de cada 100 adolescentes de entre 14 y 18 años cae en las garras de la anorexia, mientras que un 2,4% desarrolla bulimia. Y no sólo el sexo femenino (la anorexia nerviosa afecta 15 veces más a mujeres que a hombres) se está enganchando a los trastornos de la alimentación, también los varones han empezado a verse reflejados significativamente en las estadísticas. "El sexo es un factor de protección frente a los trastornos de la alimentación. Hasta ahora ser varón era un arma eficaz contra la anorexia y la bulimia, pero ésto está cambiando. Cada vez hay más casos de chicos que sufren estas patologías", destaca el M. Velilla, del Hospital Clínico de Zaragoza.

Las investigaciones realizadas en España están aportando ya algunas respuestas al porqué de este aumento espectacular de casos, así como las razones que justifican esta alarma: los cambios sociales, un mejor diagnóstico, un nuevo comportamiento de la enfermedad y un conocimiento mayor de las consecuencias físicas de padecer trastornos de la alimentación.

CAMBIOS SOCIALES

La cultura de la delgadez.

La anorexia y la bulimia, conocidas popularmente a través del rostro de algunos de sus afectados como lo fue Lady Diana, Jane Fonda o la bailarina del Boston Ballet, Heide Guenther, que murió el 30 de junio como consecuencia de una anorexia, son patologías modernas que han sabido aprovecharse de las tendencias sociales de los países industrializados. En las últimas dos décadas, la delgadez se ha convertido en la tarjeta de visita de todos aquellos hombres y mujeres que desean triunfar social y profesionalmente. "Los mensajes que hacen referencia a la imagen corporal son omnipresentes y con ellos se transmite la idea de que estar delgado es el medio para obtener la felicidad y el éxito. La presión es excesiva", destaca el doctor Gonzalo Morandé, del Hospital Niño Jesús de Madrid y organizador de estas jornadas.

Pérdida de hábitos alimenticios.

La incorporación de la mujer al mundo laboral es otro de los factores sociales del que se están sirviendo la anorexia y la bulimia para su propagación. La ausencia de una persona que se responsabilice de los horarios de comida (un papel tradicionalmente atribuido a la madre) ha facilitado que muchos adolescentes que empezaban su tonteo con la dieta escaparan al control familiar y acabaran transformando una alimentación irregular en una enfermedad grave.

"Aspectos tradicionales, como sentarse a la mesa para comer o cenar en familia están desapareciendo de las casas españolas. Este es uno de los motivos que están favoreciendo la expansión de los trastornos de la alimentación", explica el doctor J. Casas, del Hospital de Móstoles de Madrid.

Otra de las conductas rotas en los hábitos alimenticios es, según el doctor Casas, la hora de la merienda. "El descontrol a la hora de la merienda ha aumentado. Ahora cada uno abre la nevera y coge lo que quiere. Los niños aprenden a comer mal, de ahí que las costumbres dietéticas que transmitirán a sus hijos también serán erróneas".

Una solución a este problema, que puede convertirse en hereditario, es, según Asunción Marcos, "introducir una asignatura sobre nutrición en las escuelas, para que los pequeños aprendan cuáles son sus necesidades alimenticias y lleven siempre un estilo de vida sano".

MEJOR DIAGNOSTICO

Nueva terminología.

Las estadísticas no mienten: el aumento de personas que acaba desarrollando un trastorno de alimentación se ha elevado considerablemente. Algunos autores apuntan a que parte de este crecimiento se debe tanto a un mayor y mejor diagnóstico, como a la aparición de una nueva forma de catalogar la enfermedad. "En 1985, los términos anorexia o bulimia parcial no existían. Sin embargo estos tipos de diagnósticos ya se están utilizando. En ellos se agrupan los pacientes que padecen varios, aunque no todos, los síntomas de la anorexia y la bulimia", asegura el doctor Casas.

Perfil de las víctimas.

Sexo: femenino. Edad: 14 a 18 años, son las épocas de más riesgo, aunque los estudios sitúan entre los 12 y los 25 años, las edades en las que pueden aparecer los trastornos de la alimentación. Clase social: media-alta. Estos han sido, tradicionalmente, tres de los rasgos más comunes entre las anoréxicas. Hoy, los trastornos de la alimentación se han saltado las barreras sociales e, incluso, las fronteras de la adolescencia. "La anorexia, por ejemplo, se ha universalizado. Ahora afecta a todas las clases sociales y empiezan a presentarse casos de personas que sobrepasan la treintena y que sufren este trastorno", afirma el doctor Morandé. Treinta mujeres británicas de 60 años, que han sido diagnosticadas de anorexia nerviosa, son uno de los ejemplos presentado durante la celebración de las jornadas que mejor ilustra la nueva personalidad de esta patología.

El riesgo de contagio.

La competencia y el riesgo de contagio son dos de los peligros que encierran los trastornos de la alimentación, en especial la anorexia. El doctor Morandé explica que, en muchas ocasiones, el deseo de perder unos kilos se convierte en una competición entre amigas. "Cada una siempre se verá más gorda que la otra e intentará seguir adelgazando. Además, entre ellas se apoyan y respaldan para seguir ayunando y perdiendo peso". También puede producirse el efecto dominó. "Hemos comprobado que, cuando una niña logra estar más delgada y consigue así la admiración del resto del grupo, se produce una especie de contagio. Esto provoca que las amigas de su entorno quieran parecerse a ella y acaben también enfermando".

Más factores precipitantes.

Divorcio de los padres, sobreprotección de los hijos, muerte de un familiar, antecedentes familiares de anorexia o depresión o, incluso, ser el primero o el último de los hermanos se han revelado como factores que pueden empujar a un adolescente con predisposición a sufrir un trastorno de alimentación a caer definitivamente en la telaraña de la anorexia o de la bulimia.

"Mientras que entre las primeras pacientes que ingresamos apenas existían casos en los que los padres estuvieran divorciados, ahora nos encontramos con que la separación de los padres es una característica bastante frecuente en estos enfermos, así como, por ejemplo, vivir excesivamente protegidos", destaca el doctor Morandé.

CONSECUENCIAS FISICAS

Corazones pequeños.

Niñas de 17 años con corazones del tamaño de una de siete. Quedarse, literalmente, en los huesos está provocando alteraciones en el funcionamiento y en el tamaño del corazón. Un total de 130 niñas anoréxicas españolas han participado en un estudio. Sus resultados: la mayoría poseía un corazón pequeño y sufría alteraciones. Antonio Bayo, jefe de la sección de Cardiología del Hospital Niño Jesús de Madrid y líder del trabajo, afirma: "Nos hemos encontrado con una alta incidencia de anomalías: la mitad de los casos debido a un prolapso en la válvula mitral (mal funcionamiento de dicha válvula); otras sufrían derrame pericárdico (agua fuera del corazón). También se encontraron trastornos del ritmo cardiaco". Los expertos desconocen aún si la recuperación del peso devolverá la normalidad al funcionamiento cardiaco.

Niñas menopáusicas.

La amenorrea (pérdida de la menstruación) es uno de los tres síntomas que sirven para el diagnóstico de la anorexia nerviosa. Dicha pérdida ha sido asociada, junto a un aumento de los niveles de ciertas hormonas, como el cortisol, con la aparición de osteoporosis.

Dos años de seguimiento de 42 pacientes han servido para constatar que existía una pérdida de densidad ósea, no recuperable ni con un año de tratamiento con estrógenos. La doctora María Teresa Muñoz Calvo, de la sección de Endocrinología del Hospital Niño Jesús, afirma: "No sabemos si más años de administración de estrógenos servirán para recuperar masa ósea. Sin embargo, hemos comprobado que las que recuperan la menstruación de forma natural sí aumentan la fortaleza de sus huesos".

TRATAMIENTO MULTIDISCIPLINARIO

No hay discrepancias. El tratamiento de los trastornos de la alimentación debe ser multidisciplinario: aspectos nutricionales, psicoterapia, terapia familiar, farmacoterapia, son varias de las medidas que hay que adoptar frente a una anoréxica. Además, la detección precoz siempre juega a favor del paciente. "La curación siempre es más fácil cuando el problema se detecta en sus fases incipientes", comenta Gonzalo Morandé.

Personalidad diferente

Las víctimas de la anorexia y de la bulimia poseen un carácter obsesivo que acaba traduciéndose en una preocupación constante por el peso y la dieta. Sin embargo, la personalidad de estos pacientes es diferente. Así, la anoréxica suele estar considerada como "niña modelo": perfeccionista, buena estudiante, con un nivel intelectual alto y con tendencia a evitar conflictos.

En cambio, su preocupación por la opinión que los demás tienen de ella es excesiva, así como su autocontrol. Las bulímicas, por el contrario, suelen ser más impulsivas, intolerantes y se frustran más.

La adicción a las drogas es una característica bastante frecuente entre estas pacientes así como su tendencia a la depresión y a la ansiedad. Además, suelen fracasar en sus relaciones sentimentales. "A la mujer anoréxica se la descubre antes porque se queda en los huesos, mientras que la bulímica suele mantener el mismo peso. Esta es una de las razones por la que las bulímicas mantienen más tiempo en secreto su enfermedad", comenta el doctor Casas. Según los especialistas, la bulímica, a diferencia de la anoréxica, tiene más conciencia de que está enferma y suele acabar solicitando ayuda. Personalidad diferente

Las víctimas de la anorexia y de la bulimia poseen un carácter obsesivo que acaba traduciéndose en una preocupación constante por el peso y la dieta. Sin embargo, la personalidad de estos pacientes es diferente. Así, la anoréxica suele estar considerada como "niña modelo": perfeccionista, buena estudiante, con un nivel intelectual alto y con tendencia a evitar conflictos.

En cambio, su preocupación por la opinión que los demás tienen de ella es excesiva, así como su autocontrol. Las bulímicas, por el contrario, suelen ser más impulsivas, intolerantes y se frustran más.

La adicción a las drogas es una característica bastante frecuente entre estas pacientes así como su tendencia a la depresión y a la ansiedad. Además, suelen fracasar en sus relaciones sentimentales. "A la mujer anoréxica se la descubre antes porque se queda en los huesos, mientras que la bulímica suele mantener el mismo peso. Esta es una de las razones por la que las bulímicas mantienen más tiempo en secreto su enfermedad", comenta el doctor Casas. Según los especialistas, la bulímica, a diferencia de la anoréxica, tiene más conciencia de que está enferma y suele acabar solicitando ayuda.

Anorexia en adolescentes: más que un mal de mujeres

En el último tiempo los especialistas ven con alarma el incremento progresivo de casos de hombres que dejan de comer, motivados por una preocupación excesiva por el cuerpo, en una relación entre casos de mujeres y hombres de seis a uno. Asimismo, plantean que la edad de riesgo está entre los 14 y los 25 años, siendo los cánones de belleza impuestos por los medios de comunicación y los cambios en la alimentación, la causa principal de esta enfermedad.


Autoexigentes y perfeccionistas


Según los especialistas, la mayoría de los hombres que padecen anorexia tiene antecedentes de sobrepeso y corresponden generalmente a niños rechazados por su gordura.

La anorexia masculina generalmente comienza en la adolescencia, cuando los jóvenes creen que por ser gordos van a tener poca aceptación social y escaso éxito con las mujeres. Comienzan con un repentino interés en las dietas, las calorías y los ejercicios. Después de bajar de peso comienzan a sentirse mejor frente a su grupo de amigos y amigas; un enorme “estímulo” para seguir adelgazando.


Comer demasiado como resultado del estrés, los malos hábitos de nutrición y las comidas de moda son problemas alimenticios comunes entre los jóvenes. Además, hay dos desórdenes psiquiátricos de la alimentación, la bulimia y la anorexia nervosa, los cuales están en aumento entre las muchachas adolescentes y mujeres jóvenes y que a menudo se da en la familia.

En los Estados Unidos, 10 de cada 100 mujeres jóvenes sufren de un desorden de la alimentación. También se da en muchachos, pero es menos frecuente. El psiquiatra de niños y adolescentes está entrenado para evaluar, diagnosticar y dar tratamiento para estos desórdenes psiquiátricos caracterizados por la obsesión con la comida y la distorsión de la imagen del cuerpo.

Muchos adolescentes pueden ocultar a sus familias por meses o aun por años estos desórdenes de posibles consecuencias serias o fatales.

La adolescente con anorexia nervosa es típicamente una perfeccionista que saca muy buenas calificaciones en la escuela. Al mismo tiempo, se subestima, cree irracionalmente que está gruesa aun cuando pierde mucho peso y se pone muy delgada. La adolescente con anorexia nervosa necesita desesperadamente sentirse en control de su propia vida y cree estar en control solamente cuando le dice No a la demanda por la comida que necesita su cuerpo. En su deseo de adelgazar, la joven en verdad se está matando debido a su régimen de hambre. Esto llega al punto de hacerle un daño muy serio a su cuerpo y en ocasiones hasta puede llevarla a la muerte.
Los síntomas de la bulimia son diferentes a los de la anorexia nervosa. La paciente ingiere grandes cantidades de comida de altas calorías y luego se purga de estas calorías haciéndose vomitar y a menudo usando laxantes.

Estas come latas pueden alternarse con dietas extremas que resultan en fluctuaciones de peso dramáticas. Las adolescentes tratan de ocultar las vomiteras haciendo correr el agua mientras están encerradas en el baño. Las purgas de la bulimia presentan un peligro muy serio a la salud física del paciente, incluyendo la deshidratación, el desequilibrio hormonal, el agotamiento de minerales importantes y el daño a los órganos vitales.

Con el tratamiento comprensivo adecuado, a muchas adolescentes se les puede ayudar a eliminar estos síntomas o a controlar estos desórdenes. El tratamiento para los desórdenes de la alimentación usualmente requiere de un tratamiento en equipo; incluyendo la terapia individual, la terapia de familia, el trabajo con el médico primario, el trabajo con un nutricionista y los medicamentos. Muchas adolescentes sufren de otros problemas; incluyendo la depresión, la ansiedad y el abuso de substancias. Es importante el que se reconozcan estos problemas y se les de el tratamiento apropiado.

Las investigaciones demuestran que la identificación y el tratamiento a tiempo tienen resultados favorables. Los padres que notan estos síntomas de anorexia o de bulimia en sus adolescentes deben de pedirle al médico de familia o al pediatra que los refiera a un psiquiatra de niños y adolescentes que se especialice en el tratamiento de estos desórdenes y que pueda coordinar el equipo de tratamiento.

La anorexia es una fenómeno multidimensional con aspectos psíquicos, somáticos, sociales, económicos y culturales. Por todo ello, la anorexia representa aspectos centrales de todas aquellas dificultades del vivir que la medicina tradicional ha encasillado en nosologías psicopatológicas y que las ciencias sociales han tratado como desviación normativa. Seguramente que por toda esa complejidad la terapia tradicional, en general, ha fracasado.

La anorexia juvenil posee las características típicas del fenómeno de la adicción. En este caso se trata, figurativamente hablando, de una "adicción al otro" que nace de la incertidumbre y de la incapacidad de decidir si el otro amado es autónomo e independiente. Como toda adicción ésta no significa que el adicto no pueda prescindir de la "droga", sino que el acoplamiento entre el adicto y la droga (la madre u otra persona de equivalente relevancia) es vivenciado como indisoluble. El adicto busca conservar la coherencia de su auto-descripción (auto-concepto) la cual en este caso aparece como "componente de un acoplamiento relacional con otro no frenado".


webmaster@familymanagement.com.

http://www.kurtludewig.de/pdf%20Datein/20%20Anorexia%20span%201991.pdf

http://www.elmundo.es/salud/Snumeros/index.html

http://www.nyp.org/espanol/

http://www.padresok.com/paginas/Embarazo.cfm

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